Si sólo tienes un martillo, todo parece un clavo.
Abraham Maslow. The Psychology of Science: A Reconnaissance (1966).
El Martillo de oro hace referencia a la tendencia a utilizar las herramientas conocidas para cualquier problema, sin pensar en si son o no la mejor solución.
La natural querencia a lo familiar nos puede limitar; y puede agravarse si la caja de herramientas es particularmente limitada.
En el ámbito de la informática, particularmente en el desarrollo de software, puede traducirse en emplear siempre las mismas soluciones pero a la vez topar con los mismos problemas.
Personalmente siempre he intentado fijarme lo primero en el problema o el requerimiento; y sobre ese modelo aplicar las herramientas -ya sean existentes o nuevas, en particular la generación de código ha sido un recurso útil en mi opinión-.
Por ejemplo, desde hace años he visto cómo el desarrollo web ha orbitado alrededor de webpack y más recientemente Parcel. Siempre pensé que Gulp era lo más versátil. Pero se trataba de una pugna entre lo declarativo y lo procedural. En esta tesitura el desarrollo se industrializa, pero hace que todas las aplicaciones se construyan igual y adolezcan de los mismos problemas (y también que se beneficien de las mismas soluciones).
Se vuelve a que las herramientas no son buenas o malas por sí mismas: lo son en la medida de ser adecuadas o no para resolver un problema dado.