... nada es más permanente que una medida temporal del gobierno.
En inglés Tyranny of the status quo o La tiranía del statu quo del año 1984, por Milton Friedman y Rose Friedman
Sin ánimo de popularizar aquí la Escuela de Chicago, esta cita de revela las dificultades de revertir una medida inicialmente considerada como temporal.
Que lo temporal se convierta en permanente y lo permanente en temporal es algo con lo que en el mundo de la tecnología de la información estamos bastante familiarizados. No hay más que ver los requerimientos o premisas de cualquier proyecto. El problema es que en ese caso no se sabe todavía si una decisión es o no temporal.
Si se conoce de antemano el caracter temporal de la medida, la solución es planear la implantación de una medida definitiva al mismo tiempo que se implanta la medida temporal. En informática esto puede ser tan simple como un aviso en los logs de la aplicación: algo que añada un punto de incomodidad en el día a día hasta que esa irritación fuerce una iniciativa para eliminarla.
¿Qué pasa si no hay motivación para revertir la medida? Pues que permanecerá invariable. Una especie de aplicación de la primera ley de Newton a las decisiones empresariales.
¿Es inconveniente que una medida temporal permanezca? Por supuesto: si no, no se habría etiquetado como temporal. Otra cuestión es que, después de una reflexión, se asuma la medida temporal original como la mejor opción. Pero aquí la clave es esa reflexión posterior a la aplicación de la medida.