La imagen corporativa de los Juegos Olímpicos de verano de 1968 en México, creada por el diseñador estadounidense Lance Wyman, es realmente inconfundible.
Se pretendía dar a México de una imagen moderna; y lo consiguió. Pero no solo eso: fue una influencia estética en los años siguientes. En particular recuerdo cómo el mismo estilo apareció, 14 años después en 1982, reflejado en la estética que utilizó RTVE durante el Mundial de fútbol de ese año.